Todo el tiempo quejándome
Todo el tiempo negativo, enojado, frustrado, triste.
Es posible que me estén pasando un montón de cosas y me sienta solo y agarre a todo el mundo para contarle lo que me pasa porque la persona a la que le quiero hablar no puedo.
No corresponde
No responde
O no.
Entonces estoy todo el tiempo pensando
Sintiendo y no pensando en lo que siento
Actuando impulsivamente
Atacando gente
Atascado, rabioso, caliente, trancado
Glitcheado
Tristón, bajón, pinchado
Cabizbajo.
Y si me hablan retomo vuelo
Y pasó de cero a cien en poco a nada
Y cuento todo (todo) lo que me pasa
Y si no me pasa lo invento
Porque necesito esa atención
Porque necesito desatenderme
Porque necesito tu validación por sobre la mía
Entonces doy vueltas en círculos una dos tres cuatro cinco o seis veces (así sin comas ni espacios para pensar)
Y me tomo un vino y me cae mal
Y lanzo todos los males que tenía en el estómago
Y lloro líneas de tinta (qué no son más que letras en un celular
Porque de escribir en la compu ni hablamos)
Y te escribo buscando consuelo
Porque sé que el malestar actual es solo un conjunto de otros tantos pasados (trabajados, atascados entre lo que se sintió y nunca se permitió sentir)
Pero no respondés
Y si no respondés vos
Porque me respondería alguien?
Entonces me ahogo en la secreción de mis ojos chatos
Mirando la nada
Pensando en la nada
Ahorrando lo que no tengo
Sintiendo lo que no siento
Atragantado de pesares que pensé había olvidado
Para escribir alguna guasada que vaya a uno saber qué sentido tendrá (si es que puede tener algún que otro sentido)
Y deambuló entre las luces de la noche
Sintiéndome más liviano
Más menos atascado
Más menos atolondrado, alborotado, abarrotado
Y la respiración baja de 5 a 3 por segundo
Y se huele el aire… se siente
(Dulce?)
Se siente a gusto
Se siente
Entonces escribo sobre lo que siento
Y las lagrimas que corren mis mejillas ahora me tranquilizan,
Me detienen en el momento presente
Y habito la tristeza como parte sana de mi vida
(Que no es toda mi Vida)
Pero es parte, me alimenta tanto como las risas que pegué hoy en la tarde,
Cómo las que lancé al ocaso sin ningún tipo de vergüenza mientras me olvidaba que te había olvidado por un instante
Y me sentía lleno de todo eso que también soy yo.
Entonces te volví a escribir, y la carta larga y tediosa que tenía para mandarte la borré.
“Es tema mío, dije”
Y seguí caminando sin contarte todo eso que quería,
Pero seguro vos no querés.